La importancia de un buen calzado en el deporte

Sea por influencia de nuestro entorno, en el que cada vez está más de moda, o porque ya teníamos tendencia a practicar deporte, llega un momento en el que todos nos planteamos convertirnos en lo que ahora se conoce como runners, pero no solo hay que cuidar los pies en el trabajo con unos buenos zapatos de seguridad. También, como nos comentan desde naisa, cuando realizas cualquier tipo de deporte.

Es un deporte barato, no requiere apuntarse a ningún gimnasio y lo podemos practicar cuando queramos o, mejor dicho, cuando podamos según cómo está planificada nuestra jornada, pero siempre con una flexibilidad que poquísimos otros deportes tienen.

Solo hay que ponerse una camiseta, unos pantalones cortos –o no, según la época del año y el clima del lugar donde vivamos- y unas zapatillas deportivas, salir a la calle, calentar un poco y a correr tanto rato y a tanta velocidad como nuestro cuerpo demuestre que es capaz de aguantar. Al terminar, las endorfinas a tope, así como la sensación de satisfacción, y al cabo de poco tiempo estaremos deseando que llegue el momento de volver a salir a correr.

Pero no es tan sencillo ni tan barato: es recomendable invertir un poco de dinero en el calzado, no sirven unas zapatillas cualesquiera, compradas de oferta en el centro comercial de turno. O, mejor dicho, nos sirven… hasta que un día nos lesionamos debido a que hemos pisado mal, o a que hemos estado castigando el pie poco a poco pero de forma prolongada en el tiempo, y entonces tenemos que dejarlo y lo barato nos ha salido caro.

Es por ello que se considera muy importante elegir el calzado adecuado para practicar deporte, que no siempre será el mismo, puesto que hay zapatillas para distintos tipos de disciplinas deportivas, y no solo eso, sino que también se aconsejará una u otra según la superficie sobre la que se va a practicar aquel deporte, la forma de nuestro pie y otros factores.

Por ejemplo, la variable de la superficie hace referencia a que puede ser blanda, dura, deslizante… Y es que no es lo mismo correr o hacer deporte sobre asfalto, arena, césped o una pista sintética.

Nuestro pie puede tener varias formas: algunos tenemos el primer dedo más largo que el segundo, en otros casos es al revés, y en un tercer grupo están los que tienen los dos primeros dedos a la misma altura. Por lo tanto, el calzado adecuado también deberá adaptarse a ello.

El peso de la persona, así como su volumen muscular o su flexibilidad, son factores a tener en cuenta para elegir las zapatillas correctas para practicar deporte.

Finalmente, algo que los que salen a correr de forma totalmente aficionada y lowcost suelen pasar por alto: hay que visitar a un podólogo, o pasar por una tienda especializada en calzado deportivo, para que nos hagan un estudio de la pisada, para determinar cuáles son las zapatillas perfectas para nosotros según si somos pronadores (corremos con las piernas más bien juntas y cargamos sobre el interior del pie), supinadores (lo contrario a los pronadores, y poco frecuentes) o neutros (ni una cosa ni la otra, por lo tanto equilibrados).

El estudio y la comprobación de que las zapatillas son las adecuadas harán que consideremos el dinero bien invertido, puesto que una lesión nos puede tener apartados de la actividad deportiva durante meses o incluso años.

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